sábado, 27 de diciembre de 2014


III Congreso Nacional de Seguridad Privada
  • El III Congreso Nacional de Seguridad Privada se saldó con un éxito rotundo, como lo demuestra la asistencia de más de 600 profesionales al evento, organizado por Seguritecnia junto a las principales asociaciones del sector. El evento estuvo marcado por el desarrollo del texto reglamentario que armonizará la nueva Ley de Seguridad Privada, aprobada en abril.
Sin duda, se esperaba con expectación la celebración del III Congreso Nacional de Seguridad Privada –el anterior se celebró en 2011–, puesto que el mismo sería escenario de la puesta en escena de numerosas propuestas encaminadas a la elaboración del futuro reglamento que armonizará el articulado de la nueva Ley de Seguridad Privada, aprobada en abril.
El evento, organizado por Seguritecnia junto a las principales asociaciones del sector (ACAES, ADSI, AEDS, AES, APDPE, APROSER, ASES, ASIS, CECA, FES, EFITEC, Guarderío, Protecturi, OSICH, SEDS y CEPREVEN), con la colaboración del Ministerio del Interior y SICUR, el 18 de noviembre en Madrid, fue todo un éxito, ya que congregó a más de 600 personas. Así, en el abarrotado Auditorio Sur de Ifema se dieron cita profesionales tanto del sector privado y representantes tanto de las administraciones central y autonómica, como de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Callada labor
El encargado de dar la bienvenida a los asistentes fue Ángel Córdoba en calidad de presidente del III Congreso Nacional de Seguridad Privada. De manera especial, agradeció la presencia del titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, al que felicitó por el trabajo realizado desde su ministerio para impulsar la nueva Ley de Seguridad Privada. Una labor que personificó en los equipos liderados por Juan Antonio Puigserver –secretario general técnico de Interior–, Esteban Gándara –comisario jefe de la Unidad Central de Seguridad Privada del Cuerpo Nacional de Policía– y el coronel César Álvarez –coronel jefe del Servicio de Protección y Seguridad (SEPROSE) de la Guardia Civil–, sin olvidar “a todos los interlocutores sectoriales que han participado de forma activa para que esta norma haya nacido con el mayor consenso posible”.
Al referirse a la Administración, el presidente del Congreso Nacional recordó que ésta debe mantener “la vocación de inspirar y supervisar la actividad y calidad del servicio prestado” por parte de las empresas, asegurando, además, que se adapte en cada momento “a las nuevas y cambiantes necesidades que demanda un país como el nuestro, donde la seguridad es uno de sus principales atractivos”.

Y ello es así, ensalzó Córdoba, gracias, en buena parte, “a la callada labor que durante los últimos 40 años ha venido realizando la seguridad privada; sus actividades conducentes a la prevención del delito siguen siendo necesarias y complementarias, y, por lo tanto, nunca alternativas a las realizadas por la seguridad pública”. Respecto a la relación con esta última, resaltó que “es susceptible de poder optimizarse”, si bien, para ello, “deben establecerse con claridad los criterios de complementariedad, cooperación y corresponsabilidad en el desarrollo de nuestras actividades comunes”.
Sobre el futuro reglamento, concretó que la seguridad privada espera y desea un texto “que dinamice la actividad económica, empresarial y laboral del sector”, al tiempo que garantice un adecuado marco jurídico, una decidida lucha contra el intrusismo y la competencia desleal o la máxima exigencia a aquellas empresas destinadas a prestar servicios en infraestructuras críticas, cuestiones abordadas y detalladas por otros ponentes durante la jornada.
En la recta final de su alocución, Ángel Córdoba demandó calidad a las empresas, ya que “sólo así se harán respetar por las autoridades, sus propios profesionales y usuarios”, al tiempo que instó a la Administración “a dar ejemplo en sus políticas de contratación”.
El presidente del III Congreso Nacional de Seguridad Privada mostró su convencimiento de que el nuevo reglamento “llegará con vocación de quedarse un largo periodo de tiempo” y que en él “se establecerán unas nuevas reglas de juego”. “Esperamos que las mismas, tal y como ha sucedido con la propia ley, cuenten con el máximo consenso posible, respaldando y reforzando nuestro compromiso con el futuro del sector”, concluyó.
España, un país seguro
A continuación tomó la palabra Jorge Fernández Díaz, quien, a modo de introducción, puso de manifiesto que la principal razón de ser del ministerio del que es titular no es otra que la de “contribuir a conseguir que España sea percibido, objetiva y subjetivamente, como un país cada vez más seguro. Y, afortunadamente, estamos logrando dicho fin”. Partiendo de que la seguridad absoluta no existe, advirtió, la consecución de tal objetivo es posible “gracias a la labor de los miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, así como de las distintas fuerzas y cuerpos que operan en el territorio nacional”. “Y también”, recordó, “a los integrantes de la seguridad privada”.
Para avalar su afirmación, expuso que esa percepción de país seguro tiene mucha importancia en el progreso económico y social. Como ejemplo, el ministro aludió ante los presentes –entre los que se encontraban cargos directivos de Ifema, donde, anualmente, tiene lugar la Feria Internacional de Turismo– a los 60,6 millones de turistas extranjeros que visitaron España en 2013. “Las encuestas del sector turístico revelan que uno de los atractivos que tiene nuestro país para que nos visite tanta gente es la seguridad”, comentó con satisfacción.
La misma que mostró al referirse a los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas. “Sólo el 2,9 por ciento de los españoles considera que la seguridad ciudadana representa uno de sus tres principales problemas. Objetivamente, ese dato constata que España es un país seguro y que sus habitantes así lo perciben. Y ello es posible gracias al trabajo de muchos, entre ellos, los profesionales del sector de la seguridad privada”, enfatizó.


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